España cumplía ya siete siglos de dominación musulmana. Durante todo este tiempo, los reinos cristianos del norte había resultado hostiles a los árabes, y en los últimos docientos años se había iniciado un fuerte proceso de reconquista que había provocado las caídas de Córdoba y Sevilla en el siglo XIII. La toma de granada paso a convertirse en la campaña final del reino musulmán. los reyes católicos, Frenando e Isabela, se disponían a conquistar para las huestes cristianas el ultimo reducto árabe en la península
El 11 de diciembre de 1474 fallece el rey Enrique en la ciudad de Madrid y su hermana Isabel se proclama reina de Castilla el 13 de Diciembre de 1474 en la ciudad de Segovia. Desde el Alcázar de Segovia se dirigió hasta la Iglesia de San Miguel, donde tras el juramento, entró en el templo portando el pendón de Castilla.
Tras una vida intensa con el objetivo de la Reconquista e hitos tan relevantes como el establecimiento de la Santa Inquisición, la creación de la Santa Hermandad, la toma de Granada o el Descubrimiento del Nuevo Mundo, así como la paz con Portugal con la firma del Tratado de Tordesillas (1494), Isabel y Fernando recibieron el título de "Reyes Católicos", otorgado por el Papa Alejandro VI en 1496.
Sus últimos años de vida se tiñeron de problemas familiares: la muerte de su único hijo varón Juan y la de su primogénita Isabel, la locura de su hija Juana, los problemas de su hija Catalina con su esposo inglés, etc.,...
La reina Isabel se traslada a Medina del Campo (Valladolid), ciudad ferial de la que ostenta el título de Señora, gracias a la donación realizada por su hermano Alfonso y allí, las estancias de los Reyes Católicos cada vez son más frecuentes, convirtiéndose su palacio de la Plaza Mayor en residencia habitual.
Sin entrar en la consideración de que también el rumor es fabricado y propagado por el poder, el hecho del que aquí importa partir es el de que, algunos meses antes del final de 1493, corrió en Castilla el rumor de que era voluntad de los Reyes Católicos expulsar a todos los moros de sus reinos. El bulo debió extenderse con suma rapidez, y los Reyes se vieron obligados a contestar públicamente para tratar de evitar la angustia de los blancos contra quienes iba dirigido el rumor, y también para evitar la especulación y actuaciones consiguientes de quienes esperaban el suceso. Y es que en todo rumor siempre aparecen beneficiarios y perjudicados; ante la posibilidad de una evidencia contrastable con antecedentes como el decreto de expulsión de los judíos, los mudéjares no tuvieron más remedio que averiguar la veracidad de lo que anunciaba el rumor.
http://www.culturandalucia.com/La_rendici%C3%B3n_de_Granada.jpg
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